domingo, 10 de febrero de 2019

Lecturas menos agradables (2013 draft)

Palabras que rebotan contra la vista que las lee, a excepción de un porcentaje menor que atraviesa aquel famoso filtro que a cada persona diferencia. La barrera con que se separa lo objetivo de lo subjetivo.

El narcisismo calma el sentimiento de soledad con serios problemas. En el fondo, lo más importante no es la apariencia. Excremento (flotante en el aire) puro.
Luego, qué no darías por evitar faltar al gimnasio, que te come la anorexia, la bulimia y hasta la vigorexia. Por negar tu naturaleza frente al espejo de manera tan cruel. Cada vez es más amargo el reflejo que devuelve el espejo, ¿eh? Lo ven tus ojos, lo procesa tu cerebro et voilà! Autodestrucción pura. Inducción automática, por mensajes subliminales que parpadean entre la liberada expresión de los medios de comunicación, padres de esta sociedad de la información.

La humildad ayuda menos cuando aprieta el orgullo.

El egocentrismo es la enfermedad que conozco, que puede empobrecer más a una persona. Viva está  la experiencia que a diario de ello obtengo, y no, sé que no soy tan importante. Sin embargo, escribo no más que de mí. Este blog recoge esa falta en mi vida de la persona con quien hablar de estos dilemas morales no suponga más que una guerra (como lo ha sido ya) conmigo mismo. Así como una falta extremada de capacidad de organización responsable para adoptar a diario esos hábitos mínimos de informarse sobre lo que ocurre en el mundo, sin dejar de lado las obligaciones y deberes más urgentes (a veces menos importantes).

¿Un psicólogo? Tal vez, pero ¿no estimula más ser tu propio juez y abogado? al mismo tiempo, supongo.

Siete mil millones de personas por ahí, las cuales (salvo conocidas excepciones, no menos importantes que el resto) tienen los cinco sentidos, cumplen las necesidades fisiológicas mínimas y luchan por retrasar el fin de su existencia.
Y yo, gastando dinero en ropa, en gimnasio, móvil y alguna chorrada más que olvido. Mi odio hacia el marketing y la publicidad es directamente proporcional a la facilidad de ser influenciado por sus anuncios estimuladores de nuevas necesidades y ánimo al cliente a comprar más, a comprar algo mejor o más nuevo. Consumismo en estado puro. ¿Enfermedad?

Para promocionar el hábito del consumerismo, no hay financiación. Baja rentabilidad igual a coste de oportunidad alto. Grande Bill Hicks. Nunca oí hablar de este personaje que se aplicaba con tanta crueldad por llevar la contra a los emprendedores, directores de marketing y toda esa gente que ama vender. Vender sin fronteras. Vender. Es un verbo naturalmente transitorio. No es necesariamente quien produce, ni tampoco quien necesita lo producido. Está de moda ser intermediario y pillar cacho de donde sea. 


Fuck off.

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