domingo, 26 de diciembre de 2010

Explotar

Oye, para, basta ya, por favor. Sí, tú. Deja de mirarme así. Deja de hacer de una vida gris una vida escarlata, o carmín. Como el de tus labios de fresa, o como el de los violentos torrentes de sangre que bombea mi corazón cuando estás cerca. Deja de dar sentido a esta recién nacida utopía de lucha romántica. Deja de una vez de congelarme la razón, la imaginación y los sueños en un instante breve, para luego, días después, caldearlas tanto que, de ser líquido, inundarían tres planetas terráqueos enteros. Qué es un instante breve. Una vida entera es un instante breve. Entonces, un instante abrazados ya propiciaría una vida plena. Pero yo quiero más de un instante, entonces, más de una vida. Siempre sea entre esos brazos leves, entre esas alas ígneas.

Por eso no te conformes con el límite del horizonte visto por tus ojos y busca el más allá. Búscalo en la cultura, en la retórica de las palabras, en la chispa descriptiva de adjetivos y epítetos, en todos aquellos valiosos detalles, para poder demostrar que el disfrute de la libertad y el considerar crítico en la convenencia de la verdad ofrecen un abanico infinito de caminos por los que fluir, constituyendo acepciones tan relativas como los motivos de felicidad. Y que, a pesar de que tantos incultos y embrutecidos miren culpabilizándote de un crimen que jamás cometiste, no conseguirán contagiarte de su maldad, ni convertirán en lágrimas lo que te podría hacer volar de tanto sonreír. Abrir la mente está al alcance de cualquiera. Si alguien se cierra en banda, en la tradición, qué menos que respetarlo. Ahora, que no exijan que todo el mundo actúe así. Al menos que no se actúe así porque sí, sin más razones a alegar.

Si realmente no se sabe algo que se presupone evidente, aconsejo su meticulosa investigación. Cada día me sorprendo de nuevos hallazgos en este sendero y no dejo de ganar en sorpresas. Solo cuando algún animal pierde los papeles a causa de pura incomprensión y debilidad, la historia podría llegar a su fin. Pero, dejar de probar estas conclusiones por miedo al descontrol violento de alguien, es algo que no voy a consentir. Para esos perros existen bozales. O mentiras piadosas. ¡Animalicos!



Perdóname. Es inevitable. Sí, de nuevo es a ti. No permitas ni una sola vez más que te tome de la cintura tan solo para bailar; ni que nuestras miradas se derritan en una melosa dulzura y cremosa textura de chocolate fundido; No me digas que te duele alguna zona de tu cuerpo si olvidas que muero por darte un masaje de besos en el lugar exacto, de esos que curan. Porque, si me dejas que te tome de la cintura, que te mire los ojos tuyos, que son de miel, en esa mirada que saborea la esencia, y me aseguras, olvidando el trasfondo, que sufres un dolor en concreto, o te encuentras invadida de confusión esperando lo normal, una respuesta natural, seguro de mí mismo ante semejante acto de vandalismo, yo te juro que me empieza a costar el respirar y que, temblando todo entero, no podría seguirte el juego más allá del idealismo.

Es entonces, cuando con los pulmones congelados dejo de existir y todo se vuelve sueño. Los ojos míos que miran siempre cabizbajos, con los párpados de plomo, se abren al máximo. Desaparece la miopía. O, tal vez, aumenta una infinidad. La cuestión es que nada continua viendose igual tras comprender la imposible perfección de tu fragilidad. Lo desagradable a la vista se vuelve borroso y deja de repeler, así como lo que era bello y colorido provoca un éxtasis total en los sentidos, causando placer en cada instante y movimiento. Ese disolver de dos sustancias inmiscibles en cada abrazo eterno, en cada mirada a fuego, que te hace buscarle el sentido oculto a todo cuanto te rodea y te planteas. Las calles oscuras y vacías, dejan de parecer lo que no son y se advierten como deliciosas formas artísticas de tranquilidad revitalizante. Estar tan excitado y locamente enamorado que llegues a encontrar etérea hasta la imagen de un contenedor de basura, reventado y hediondo, rodeado de cristales de botellas rotas y restos de comida en putrefacción, resultado de la enriquecedora y diferente idiosincrasia de la gente, esa contradicción estética en las diferentes formas de perspectiva con que analizamos la realidad que vemos respecto de la que soñamos.



Deja que exploten las ilusiones y la confianza.
Suelta el ferviente deseo y observa que no hay nada tan placentero como el crujir de una cadena.

No dejaré de respirarte sin respirar nada que no seas tú.
Solo permíteme probar la manzana...

jueves, 16 de diciembre de 2010

Renacer

Algunos días no sé a qué viene esa pesadumbrez; cómo durmiendo diez horas se puede estar tan apagado. Otros, como ahora mismo, habiendo dormido ayer cinco horas escasas, me acomodo a las 3:00 de la madrugada y me echo en la cama, cuando descubro que los párpados están ligeros y la córnea está totalmente empapada. No hay indicio de sueño (ojalá eso durase todos los días). Se me fijan los ojos al techo, pero como si no hubiera techo: están viendo más allá, o al menos, más acá, dentro de mi cabeza. Huyo del silencio nocturno, y me dejo invadir por variada música, que me encauza muchos de los pensamientos que previamente habían extasiado, justo al echarme en la cama, y que se encontraban muy difusos y dispersos entre sí. De repente, siento el deseo ferviente de calentar un poco de leche, y tomármela con unas galletas. Me apetecía. Me debería de temer, por dejarme llevar por los deseos que me conforman. Pero no me temo. Es más, me creo. Fuera de tópicos de dejarse llevar, y demás frases hechas, creo que en este momento es el instante exacto que más placeres he conseguido disfrutar de mi vida y siento que a medida que ceda a ello, mi felicidad se incrementará. Hubo un tiempo de restricciones, de condiciones. No me arrepiento, de hecho, me componen. Sin embargo, este es tiempo de sentimientos, de ideas y lánguidas ilusiones, proyectos de pasión y vuelos muy irracionales, pero sumamente renovadores. Época cúspide para ser yo mismo más que nunca. De fluir suavemente entre bellas personas y mejores corazones. De quebrantar todo sinónimo de una cadena y ayudar a comprender esta visión. De saber lo que uno puede y lo que debería hacer para conseguir poder. A parte de quererlo.

Tengo infinidad de suspensos en mi vida académica. Pero nadie da pan por buenas notas a nivel emocional, a nivel personal o social. No me darán de comer las notas personales, ¡no! Pero sí consiguen hacerme la persona más feliz del mundo en noches como esta. Yo sé que estas felicidades que parten de una base tan frágil, son efímeras, pero ¿en qué patrón a seguir se explica la forma de conseguir incrementar la felicidad, en el de la sensatez? Hay muchos textos que hablan de amor y felicidad. Está claro, hablan de cómo sentir o entender su concepto de amor y cómo alcanzar su modelo de felicidad. Algunos de estos ejemplares son muy recomendables. Otros, denunciables. Pensar que hay oportunistas que aprovechan la curiosidad que desprenden dichas dulces palabras para manipularlas y vender ideas religiosas o el mero hecho de apoyarse en ellas...me rocían ácido sulfúrico a la vista, a la sensibilidad. Intentan maniatar mi conocimiento, mi sentimiento. Mi libertad. No. Para mí la libertad es mucho más que una creencia. Es, simplemente, otra manera de respirar. Y respirar, no requiere nada (excepto las cantidades de oxígeno y demás gases y sustancias químicas que de por sí ya habitan en la Tierra cuando llegamos). Nacemos sabiendo hacerlo. De lo que se trata es de no aceptar que te coloquen una bolsa de plástico en la cabeza. Unas veces transparente, otras semi, y las demás totalmente opacas. En todas sus formas de coacción (te dejen ver o no), el plástico complica la respiración, por faltar las condiciones mínimas de oxígeno, de vida. Terminando ahogado, a pesar de que mientras te vas ahogando, puedes ver a través, te puedes conformar. A veces, son otra persona o personas quienes te ponen la bolsa. Y nadie es quien para vulnerar las condiciones mínimas de vida de otro ser que no sea él mismo.

Nos tenemos en demasiada estima, a nosotros mismos y a nuestras éticas y dogmas. Tal vez nos tomamos muy en serio la vida, cuando lo único real de ella es que no sabes por qué naces tú y no otro, y que algún día moriremos, sí o sí. ¿De verdad aspiras a vivir eternamente? Un meteorito bien fundado, acabaría hasta con la última copia de best seller clásico. Somos cero con respecto a la inmensidad del universo. Aunque cero consciente. Por eso, vivo. Pero no entiendo más formas de vida, que la vida ilusionada, la vida en constante evolución, inocente, crítica, intensa, tolerante, comprensible y radiante (cualquiera que sea el hecho que te haga sentir la vida de tal forma), esta vida de esta noche, de estos magnos días y la incertidumbre que aún me queda por recibir de los venideros. La vida realmente libre.


La vida que no es libre, no es vida. Sí, bueno, sí lo es. Pero lo será para otra persona, para todo el mundo, o sólo para unos cuantos. Para mí, no.


¿Quién dijo que el libertinaje no podía ser positivo?

jueves, 9 de diciembre de 2010

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Pensar. Creer. Sentir. Querer ser... Fácil, natural... Siempre.
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........ Desahogar lo sentido en palabras. Callar lo creído. Explicar lo pensado. Cómodo, ¿necesario? Ser o no ser... A veces.
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.......................................... Hacer lo contado. Vivir lo sentido. Ser... Difícil, ¿imposible?... Ahora, ya.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¡Que venga un terremoto y desintegre la debilidad del planeta, que venga!

Cinco minutos voy a gastar. A las personas de la élite quiero dar un mensaje rápido. Me toca la moral sobremanera que se sienta pena por mí. Sabed que dentro de mi cabeza pasan algo más que ideuchas que me permitan ganarme el pan. Hoy soy un mantenido, y no, no busco que tú me digas el por qué. Que no tenéis un centímetro de profundidad para ver más allá. Llevadme al psicólogo, pero no al que era bueno estudiando, sin más. Llevadme al que es psicólogo porque su excelencia en estudio y atención a las personas sea debida a la devoción sobre dicha materia. No me hagáis las cosas porque siempre se hicieron así. Abrid la puta mente. Abridla. Sé, pero sé tú de verdad. Revienta lo establecido si crees que es una basura. Que no perjudiquen a nadie indirectamente, si no quieren que le perjudiquen a sí directamente.
Decepción, odio a muchas cosas y a uno mismo. Que venga un dictador a humanizar a todo el mundo por cojones, y que a los débiles (sorprende que sea débil por no conseguir trabajo de manera fácil, en este mundo no hay nada fácil, ingenuo de mí...tono irónico), que a esos productos mal acabados que no producen nada y solo hacen teoría y queja y cultura gratis, a esa peste, que la exterminen. La anarquía financiera más negativa de hoy se viste de gala en esta capital-democracia y pasa desapercibida. Que me convierta el dictador de turno a mí en botón, a partir de mis restos, de mis huesos. Mejor que vivir con ese conformismo, seguro. Además, seré útil. Ayudaré a cerrar mejor la rebeca de un ignorante que no sepa de donde proceden los botones. Venga, no os paréis a leer nada de nadie que no sea famoso o conocido. Es perder el tiempo, y yo bastante llevo perdido.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Cautivo de algo más que una mirada

Por qué miras con dolor, con miedo...¿No ves que estoy yo aquí, a vuelo vivo, esperando a que saltes y vueles conmigo?. Entonces si consciente, tú, ¿por qué me miras con sigilo, si reverberas las lágrimas, de tus silenciados, sutilmente, hondos aullidos?. Mas yo lo entiendo, que eso le ocurre a cualquiera. Que uno basta levite un poco y ya desea posarse en la ramilla de un holmo, o de un haya...mientras no sea un olivo. ¿Y qué queda de los que posados ya olvidan cómo se volaba, se parten en dos y se intercambian mutuamente por no soportar la belleza de la libertad...o del libertinaje, qué más da? Miraron la confianza y no la igualdad. Envidiaron materia y vaciáronse de esencia. Ya no me quiero parar más, un día la muerte lo hará por mí, para qué dar sin amar y sentir sin recibir, víctimas de un cura, un altar, de un bodrio civil. Este sendero flotante me brinda todo lugar al que ir. Claro que descanso, y me distraigo, por lo que también juego, y tomo un respiro. Y no es motivo tal, ese, para que yo olvide volar. Inyecciones de autoestima, sí, averigüé la fórmula y ahora ya no dependo de nadie. Bueno sí, de la memoria. Un día padeceré de amnesia y, entonces, ¿estarás tú (o tú, o cualquiera de todas vosotras, miradas fugitivas) para inyectarme ese autoestima, esa alegría que es vida y en su ausencia, triste, sin mueca sonriente, es dolorida muerte?

No sabías que portabas afilados cuchillos, y te me clavabas, punzante. Y tú no quieras entrar tan profundo, que te puede doler, empero entraste, no sé por qué. Me cogías del sombrero y permitías me sumiera bajo sí. Y todo fue oscuro, todo fue sombra y seguiste a la ofensiva y te llevaste mi sombrero con demasiada prisa. No pude evitar me embelesaras. Como Oliverio Girondo esculpió, Basta que alguien me piense para ser un recuerdo, tú eres ya recuerdo en mí.

Perdona que insista, una mirada de una extraña nunca puede decirte certezas. Pero cuánto cambian las cosas cuando la que te fija es conocida...aunque sea un poco. ¿Por qué me dabas esa extraña sinceridad? Parecía como si ya me hubieras pensado, como si verme no fuera ya lo importante. También pude leerte que necesitas calor, y que, por tu manera de atravesarme, parecía que yo fuera el sol elegido. Sin embargo, eras sincera pero insegura. ¿Qué miedo, no? Otra persona, otra potencial decepción...¡O, no! Insegura más inseguro igual a inseguridad total, ¡vamos, juguemos a nacer de nuevo cada día!, que lo pasen bien con sus tradiciones y sus costumbres, su ética y moral, su ley y su patria...Pero que a nosotros nos importe nada el qué dirán esas ovejas y sus pastores...

Me encanta la verdad. Lo malo de ello es que nunca hay descanso. Pues es como caer en un mundo de agua nada más, nadando constantemente, o sólo flotando para no ahogarse. El mito dice que sólo nadando se encontrará la isla única, la del elixir de la certeza absoluta, que te permite el estado de seguridad y descanso eterno. Aunque mi realidad discrepa en esto. Que la inestabilidad de ese mundo es diaria, y nunca sabes al cien por cien nada. Por ello, a mí esa isla me importa un pito y expando mi nihilismo conforme voy madurando. Quede claro que no es que no me guste nadar, sino que nado por el placer de hacerlo, sin pretender llegar a aquella isla concreta; creyendo dirigirme a cien islas ciertos días y, otros, en cambio, hacia ningún lugar, flotando sin más. Es un problema este mito, por aquellos quienes creen haber encontrado dicha isla, algunos muy pronto, otros una vez han envejecido, tarde.

Dicho esto último, pues son ellos los culpables de algunas de las más inhumanas imposiciones dogmáticas del mundo real, dividiré en dos esas exigencias. Directas (pringas sí o sí): dictaduras, casi erradicadas; por medio del lado oscuro de la misma democracia; incluso algunas familias de determinadas etnias. E indirectas (pringas si quieres, en principio) : enfoques inadecuados (de forma dolosa, negligente o voluntaria) adoptados por las organizaciones que buscan intercambiar bienes o servicios con el cliente (me refiero al enfoque de producto, al enfoque de producción, al enfoque de ventas y al enfoque de marketing, exceptuando el enfoque de marketing social) al que, a menudo, consiguen cegar; las modas; las religiones; ciertos aristócratas de confederaciones políticas de Estados, bancos centrales, o multinacionales; la propia sociedad y sus costumbres; la globalización interesada; quienes manejan, por no decir: (des) controlan, los mercados bursátiles y las finanzas; etc.

Seamos prácticos y sigamos por las ramas. Cuando aquel cazador, que decía Russell, pregunte desesperado si he visto en qué dirección vi huir aquel zorro que tanto ansiaba abatir. Entonces yo le engañaré, seré la mentira más profana, que cuando lleve de horas buscando sin éxito en su empresa recapacite si la mejor solución era aniquilar el inocente animal, y en su camino sintiese necesaria una pregunta que iluminara un camino erróneo, oscuro por naturaleza, que conmigo no se iba a iluminar, ni con paga...una decisión penosa, impulsiva, que deja ganar la partida al animal que llevamos en los genes, que pudo ser superado usando la razón, no solo en las cuestiones que nos interesan, si no en todo, y con tanta objetividad como nuestro subjetivismo nos permita. Pero a ese cazador le divierte y es su afición. Quizás era un licenciado, o un catedrático, sin embargo, qué significaban sus títulos, si luego pisaba tanta inteligencia derramada en algo tan simple, pero tan despiadado. Hombres dementes. Celosos embrutecidos, se creen reconocidos para otorgar posesión y propiedad. Establecer sus límites e imponer las fronteras. Así, viven para cercar sus respectivas. Y ellas, pobres, se sienten queridas tan solo con ver como el nuevo vallado del último aniversario, es del color de moda, del material más caro. El más seguro. Tienen su estética la ingenuidad y la ignorancia, me diréis que no...

Cínico, virtuoso no por su buen parecer, obtuso, de inteligencia no explotada (común en todas las generaciones jóvenes, a mi parecer), me gusta regalar mis letras. Como el sol regala un buen día iluminado, y las nubes no vienen para condenarlo, y el viento no trae esencia gramínea y el mar me quiera hacer más suyo si me niego a nadarlo.

[No haya confusión, ese "tú" es como el "you" del inglés, según el contexto será una, o son varias personas. Pero aquí, en mi ventana al cibermundo, siempre es para una multitud, aunque siempre a una, más que a la otra, llegando a ser totalmente una, o incluso aun ninguna].

No habrá confusión, esta vez no. Porque tú, si no hoy, mañana sabrás que aquí te dibujé, a mi manera, parecida a tu recuerdo en mi memoria. Esta vez creo que me dejaré llevar, sin vallas, sin ramas, sin materia, al menos mientras no sea necesario. Y que no lo sea nunca.


Donde dije "digo"...

sábado, 13 de noviembre de 2010

Fascinante controversia interior

Entre letras, palabras, novelas y ensayos.
Estado receptivo. Observar, razonar, divagar. Silencio.
Entre estudios, cursos, salud. Producto en curso.
Esa presión inherente. Organización, responsabilidad. Constancia.

De risas con los amigos, las amigas. Y las miradas forajidas.
Necesaria evasión. Adaptarse al rebaño, ser uno más. Pasarlo bien. O no.
Tiesto vacío, solo, hueco. Ilusiones a diario. Constante decepción.
Esperanza en la vida, que muere cuando fenecemos o ello queremos.

Romper lo previsto. Lo aprendido. Volver a nacer cada mañana.
Filosofía complicada. Cuando sin estar preparados, nos embarazamos cada día.
Caminar por el centro de la calzada de madrugada. Tú mandas.
Y el coche de atrás sonríe. Sin quejarse marcha por la acera.

Y te deleitas en la proximidad de la orilla. Cantan finas olas. Se levanta el sol, con apatía.
Me muevo sobre un suelo sobre la tierra. Y estoy conectado a ella por la gravedad.
Ahora sentado, en donde nadie se sienta. Pues no tienen tiempo. O sí, y no lo saben.
Nadie excepto viejos y algún desahuciado. Los demás duermen para poder cumplir.

Callejear tranquilo, guiado sin rumbo por el aroma de una pastelería oculta.
Volver a sentarme. Ahora aquí, en frente. Soltar algo de este veneno.
El caos del universo, su orden, su origen, su límite. Ahí, en tu mente. En la mía.
Tan poco conocido. Tantas voces extrañas. Esto no puede ser mucho más que palabrería.

Y todavía sorprendido. Aún inquieto del asalto de su esencia en el mí profundo.
Exhausto, seguía sin concebir sueño. Algo me retumba porque te dejé marchar sin más.
Volveré a verte. Volverás a mirarme con la frágil sonrisa, y saldrá lo mismo de mí.
Pensaremos sentimientos extraños. Nadie había pensado en ellos. Pero no puede ser.

¿Y si lo llegasen a ser? ¿Y si rompiéramos las reglas? Si coincidieras conmigo en esto...
Me has dado escalofríos en la espontaneidad y he vuelto a ser incapaz de conocerte.
Normal. No puede ser. Normal. Me has llenado, ¿en cúanto, en cinco minutos? aquella oquedad.
No puedes ser. Habrá fallado mi hermenéutica de las miradas. Una vez más. Una más sin saber la verdad.

Pero a ti te volveré a ver. Nos volveremos a sonreir. Porque no nos conocemos. Es lo único que tenemos.
Alguna lánguida conversación tuvimos, no más. Enrraizó aquí adentro y yo sin quererlo la estoy regando.
Ha sido en tan poco tiempo que no, no creo en esta enfermedad otra vez. Me niego. Pero ese carmín...
Que no. NO. Yo que me río de lo irracional, conmigo no podrá. Ayer no hubiera podido, ¿y hoy sí?

Me sorprendo a mí mismo. Has oscurecido mi lucidez. Me has proporcionado un poco más de inestabilidad.
Porque nunca te vi bien parecida. Nunca había visto en ti nada más que una compañera. Ahora me irrumpen esas estúpidas preguntas (¿qué imagen tendrá de mí?)
Si cumplieras los requisitos de mi prototipo nada de esto estaría haciendo. Desde luego, no ha sido tu cáscara, y eso debería ser lo raro. Pero, ¿seríamos compatibles?
Declaro lo que ni yo mismo me creo o no quiero creer. Indescriptible enigma. Seguro que es pasajero.

Las farolas que se encendieron hacía poco, ya hace menos que se han apagado. El sol me ilumina. Gracias.
Pronto dejaré de soñar despierto, de "perder el tiempo". Pero su piel clara...A mi subconsciente no, por favor.
Esta noche ha sido cuando me he desconcertado. Que no puede ser, joder. Que no. Es que me volverás a ver.
Te soñaré ahora. Si sigo aquí, seguro. Ya lo sé. Estás sorprendida. Cómo iba a caer tan bajo...No puede ser.

Y callado, de nuevo sonreiré sin saber realmente por qué. Y viendo por tus ojos tu ser, tu interior más profundo, entenderás mi morir más cuando estés con él.
Pero si tú también tienes interior sin llenar, ¿podría ser?, puedes quedarte con lo Único. Sin ser suficiente, algo te saciará.
No hay más. Aunque supuestamente no hay nada. Esto no son más que cobardes palabras de mi desahogo. Las leerás, o no. ¿Te aludirás?
Palabras en un fondo y medio perdido, más hermético que confiarlo a un amigo. Al menos, más abstracto. Las leerá gente, pero no sabré exactamente quién. ¿Por qué así? Algo que (ahora) no me interesa saber.

martes, 26 de octubre de 2010

Frío

Esta semana no apetece hacer nada. Hoy no he cumplido con mis deberes, ni ayer del todo. Cuándo sí. Estar todo el día con ganas de garabatear y llegar a casa encender el PC y...¿? Nada. Todo el día viendo ideas provocativas flotando y llegar al teclado sin calor en las manos, sin nada qué decir por no haber hecho nada de lo que debí o no haberlo escrito allí en el momento exacto en que las vi.

Y se acumulan los deberes, y desaparecen las ideas acumuladas.

Ese frío se apodera del cuerpo tras insensibilizar las extremidades.
Algo hace presión desde adentro del cráneo hacia fuera, en la zona de las sienes. Es insoportable.
La nariz inflada y los orificios dejan fluir, como un liso tobogán, gotas de pena y debilidad.
Será porque se avecinan buenos tiempos, que requieren una nariz más fuerte. ¿Más?
Pero es incómoda la sensación de congestión nasal. Las fosas nasales están sacando líquido del manantial de la tristeza, ¿será de los ojos empapados, del picor que los consume? provocan para que lo seque. Pero cuando te suenas se bloquea, se tapona la salida del fluido, imposible respirar por la nariz entonces, por lo que respiras mediante la boca, notas la faringe debilitarse y la mucosa va desapareciendo hasta que, sí, faringitis, y cuida de que no sea aguda. Y empieza un incómodo dolor de cabeza a coger vida, a pedirte descanso, comida simple y digestiva, agua mineral, sueño...mucho sueño...y, ya tumbado, se te viene a la cabeza todo lo que no escribiste, intentas levantarte pero no puedes, estás prisionero de las nubes grises, del viento fino transparente que te cala, que susurra desde el hueco de la ventana y silva con esa soledad tan propia. Tu cuerpo pesa demasiado y ya no lo controlas. El techo te da vueltas, o sólo tu mente que tantas imágenes te evoca hasta que nace de nuevo la conciencia y rompe el espejo que las reflejaba permitiendo dar un bote hacia la ventana y cerrarla. No olvides los pañuelos. Ya sabes lo que jode sentir ese picor al notar caer de la nariz esa gota que no cesa, ese cosquilleo provocador, los estornudos infinitos y el dolor de cabeza. Ojalá no pase de ahí al picor de garganta, con respiración al son de pitos y flautas.

Y de repente, sueño.

Ya está, es él quien te está matando. El aire, cosa que nunca poseerás, que no tocarás mientras que él a ti sí, que te puede traspasar hasta los huesos y el alma y, de hecho, lo hace siempre que sales en vano a su búsqueda.

Es la impotencia de cada día, el peso que soporta tu espalda y que te relentiza. ¿Es el viento? Tal vez no.

Tú lo decides. Te curas descansando en la cama, con tus sueños o, simplemente, viviendo en la imaginación. Después de estos días de pochaera, sabrán de mi sonrisa sin complejos, de mis deliberaciones ecuánimes, desde los humanos que me rodean, hasta los pájaros y los árboles.

Mientras el viento, el mar, el sol del otoño hasta el invierno no pararán de buscarme las cosquillas hasta me vuelva a confiar, a dejarme llevar mientras disfruto de la tristeza, derramando de nuevo tantas lágrimas del manantial curado únicamente por el descanso, inactividad y mucho soñar. Repararán los sueños del descanso la enfermedad.

Y se repite la espiral.

martes, 12 de octubre de 2010

Interés + Información = Decisión acertada

"Te dicen que eres libre, que tienes poder,
pero en verdad es mentira, una ilusion más que perder.
Te dicen: lábrate un futuro, no es complicado.
Pero no cuentan historias de borrachos arruinados;
que la suerte no castiga al que se esmera -dicen-

FP o carrera, pero nada de la mierda que te espera..." (A partir minuto 4)

La etapa transitoria que va de la adolescencia hasta la juventud es la que experimenta el creciente número de estudiantes que abarca aproximadamente desde finales de la ESO y comienzos de bachiller hasta principios de carrera o módulo. Su perfil general gira en torno a una inseguridad exorbitante procedente de los rápidos y bruscos cambios que se precipitan en sus cuerpos y vidas durante dicho periodo de tiempo.

Es cierto que no todos responden de igual manera a lo anterior, ya sea porque maduran antes, entre otros factores. Como el caso de algunos hijos de profesores o padres con iniciativa, pues les resultará mucho más fácil recibir un asesoramiento orientativo sobre las posibilidades y salidas de esta o aquella opción. Sin embargo, muchos de aquellos otros inseguros estudiantes carentes de esa guía ideal urgen en silencio una orientación seria, personal y correcta, lo más objetiva posible, para encauzar sus ideas y sueños con el estudio teórico general en los posteriores años del bachiller, sea en un módulo de grado superior o carrera universitaria.

La dificultad de que dicha atención personalizada esté al alcance de todos los estudiantes es un muro que atravesar si queremos un éxito mayor para los que se aventuran a los estudios superiores. Otra dificultad es que muchas veces son ellos quienes rechazan, por ignorancia, por falta de motivación o de interés, esta base fundamental a la hora de elegir su futuro próximo. Para combatir esto último, por ejemplo, valdría insistir con fervor, especialmente sobre los alumnos de cuarto de ESO y segundo de bachiller, en la importancia que tendrá el camino de futuro a seguir. Algunos, poco atraídos por el sentido esencial del estudio y la enseñanza, u otros con dificultades económicas para permitirse el "lujo", eligen trabajar tras la ESO, otros prefieren el módulo de grado medio y, por último, otros realizarán bachiller, los cuales todos tendrán que haber decidido para cuando lo terminen si trabajarán directamente, accederán a formación profesional o a la universidad.

Una opción posible con la que hacerles ver la realidad podría ser la de mostrar casos reales sobre personas que tras una decisión u otra distinta de tal calibre obtuvieron qué resultados y consecuencias en sus vidas así como su opinión actual sobre aquello que decidieron, y por ello, hoy les es motivo de opresión y arrepentimiento o les ha hecho sentirse más felices y orgullosos. Los alumnos se pondrían en el lugar de los afectados con mayor facilidad y sentirían en su propia piel la seriedad del asunto. Así, con esta motivación inicial, se interesarían con mayor tesón y, probablemente, hasta saldría de ellos mismos buscar la información necesaria para tomar una alternativa u otra. Cosa que se suele dar por hecha, cuando muchos de éstos antes se pierden en el mar de información en exceso que hay y no saben cual es la realmente útil en su caso, se bloquean y eligen la opción más fácil y cómoda: abandonar.

Pero la realidad es distinta. Consideremos los estudiantes de bachiller que tienen claro el querer cursar estudios universitarios, primer paso hacia la cumbre de la formación continua. Éstos todavía no han averiguado qué carrera se adapta a sus necesidades y muchos de ellos seguirán sin saberlo al finalizar los dos años. Las consecuencias de ello se traducen en el rendimiento de los mismos que, ofuscados, con dificultad para concentrarse y falta de ideas claras por estudiar algo cuya corriente no sabes donde te llevará influye en la obtención de mejores notas lo que les ocasionará problemas a la hora de elegir la carrera y, peor aún, para ser aceptados en ella.

La que actualmente está en fase de extinción: Ciencias Empresariales, ha sido y es una diplomatura que la Universidad de Almería ha ofertado con una positiva e importante reputación social para tratarse de una "simple" diplomatura y que cada año consigue un nuevo récord de matriculados. Lo triste de todo ello es que una razón por la que se da este fenómeno es la baja nota que se exige para entrar. De las más bajas. Por eso, se corren frases como "Empresariales es el cajón desastre de la Universidad", y no con poco fundamento. Numerosos estudiantes que acabaron cayendo en esta carrera al terminar Selectividad con una media baja y tras elegir sus preferencias de estudio y después ser rechazados en las opciones que más deseaban, fueron aceptados en dicho "cajón". La tasa de fracaso es bastante elevada y según pasa el tiempo, se sigue considerando como una diplomatura temida, cuando Empresariales no en todas las universidades de España ha sido así. Otras razones pueden encontrarse en la conocida ociosidad de los jóvenes, la inestabilidad emocional de la edad, la irresponsabilidad o, simplemente, porque se trata de personas que no supieron como centrar sus fuerzas en la consecución del verdadero objetivo por el que hubieran podido luchar de haber conocido de antemano y no haber ignorado la repercusión que tenía el estar informado a tiempo de todas las opciones en formación que se ofertaban y lo necesario para llegar hasta ellas.

A favor de todos los jóvenes alumnos que han terminado entrando a una carrera que desde un principio no consideraron como la que mejor se adaptaba a sus pretensiones de futuro, por los motivos que fueran, rompo una lanza. La frustración de una persona que ha entrado en una carrera que no era sino lo último que desearía, así como el peso de la consciencia y la constante lucha contra uno mismo, no pueden desembocar más que en una inmensa dificultad en su consecución, sobre todo para los más obcecados; un gasto de casi mil euros de matrícula que miles de estudiantes podrían ahorrarse si se hubiera asesorado con detenimiento a dichos afectados, porque tomar una decisión equivocada de este calibre cuesta muy caro. Pérdida de un año, posiblemente mejor aprovechado por este tipo de personas indecisas en un módulo de grado superior que además es infinitamente más económico y práctico. Además, la sucesión de tantas situaciones tensas y presiones pueden acabar produciendo consecuencias a nivel anímico como depresiones.

No juguemos con el cuidado y atención hacia la educación pública, hacia la formación profesional, ni hacia la universitaria. ¿Acaso hemos olvidado que el capital humano/intelectual es la mayor riqueza potencial del país? No mimemos tan solo a los agraciados a los que todo les marcha sin problemas. Atendamos a todos por igual, en la medida de lo posible, sin dejar de luchar por acercarnos a la mayor equidad. Preocupémonos más por los que necesitan ese empujoncito de motivación extra para seguir la senda universitaria. Será una inversión segura. El nuevo plan de estudios (Bolonia), con su instauración en España de los grados, tiene serios desafíos a que enfrentarse y promete muchas mejoras respecto al anterior sistema de enseñanza universitario.

La esperanza es lo último que se pierde.

jueves, 7 de octubre de 2010

Empirismo frustrante

Todos estos otoños viendo rojos atardeceres, sintiendo éxtasis sin hacer nada, sin estupefacientes, sin ninguna ambición, ninguna prisa, simplemente respirando aire puro cerca del mar, obsequiado de bohemios tonos grises en el cielo, y castigado por ese bochorno -como hoy-, ese viento constante (en invierno tan gélido). Menuda y fina llovizna y fuertes tormentas apoteósicas de casi cinco minutos. Este periférico lugar me da tanto en este sentido que apenas me planteo encontrar el cuento del pensamiento universal. Ir a la Villa por excelencia a echar raíces podría darme algo más que salidas profesionales o amistades de ensueño con personas super cosmopolita que sobreseguro allí abundan más que aquí. También podría quitarme aquella tranquilidad periférico-sureña. Sin embargo, no necesito dinero para ser feliz. Ni coche.

"No necesito dinero para ser feliz. Ni coche". Esas fueron sus últimas palabras antes de buscar un curro de mierda, y a disgusto, para poder seguir manteniendo en coherencia práctica dicha frase.

Terminar este año y tirar al grado de Contabilidad y Finanzas a la par del Inglés en la Escuela de Idiomas. Acabar y hacer un Postgrado o pegarme un tiro si no tengo pasta. No sé, no lo veo tan claro. ¿Cree alguien más en la "autodidáctica"? Me huelo aquello de los máster y postgrados a titulito para engordar el curriculum y sentirse ultra admirado en reputación. Sólo puedo olerlo, porque desde luego no estoy bien informado y no lo he probado, pero como tantos supertitulados agobiados, admirables y, al mismo tiempo,vacíos y deprimidos en su interior más sincero, resignados al sacrificio tanto de su imaginación como de rechazar sueños y devoción (por tanto obligarse, no pudieron alcanzar el éxtasis de la devoción que supone formarse constantemente de forma consciente y voluntaria), pues así no quiero acabar ni de lejos.

Molaría mucho trabajar de algo sencillo, básico y tener un sustento para cultivarse intelectualmente a la manera y tiempo que cada cual gustase, por puro placer. Me da rabia que si no tienes el titulito no te quieran cuando puedes saber diez veces más inglés del que exigen porque viajas mucho o conoces gente de fuera y te comunicas con dicho idioma a menudo. Supongo que no es el mejor ejemplo.

Luego vienen los chistes. Como quiero un sustento mínimo para la autosuficiencia, echo el curriculum en todas esas empresas comerciales, de ropa y franquicias de comida rápida típicas donde esperas que te contraten porque no te pueden exigir mucho titulín. Pues te topas con que tienes gente delante de ti, que lleva en la bolsa de empleo años de espera. No hablo de gente cualquiera con la ESO o poco más, no. Hablo de personas licenciadas, doctorados, de ingenieros y potenciales maestros, entre otros muchos, algunos enormemente formados, con mejores notas, y sin trabajo de su especialidad. ¿Y yo, que busco eso, un respiro de dinero para seguir con mi pompa, tengo que competir con esos "monstruos ultra-formados"? Pues menudo éxito. Ya me han rechazado tras dos super entrevistas de trabajo en dos "mega trabajos ultra cualificados" (cajero y becario administrativo) y me he comido un roscón de reyes. ¿Qué me queda entonces, petar el curriculum metiendo en la cabeza conceptos porque sí para conseguir el puto título? ¿No se dan cuenta que muchos lo hacemos porque no tenemos otra elección? ¿Y todos esos exámenes para trabajar de CAJERO o ADMINISTRATIVO? ¡De puta madre!

A veces me veo viejo, seco, tristón, con deudas y un piso pobruno. Viejo por estudiar con poca gana y tanta presión, repitiendo mil veces; hastiada la conciencia y reputación pues se me exige algo de una forma y para un tiempo determinados y no lo cumplo sino a mi ritmo voluntario y benévolo placer por saber y conocer más y más. Seco por la absorción del trabajo basura para seguir con esta pena de vida con que sueño. Tristón por estos escritos tan poco esperanzadores y menos ambiciosos, que seguiría escribiendo con quejas a diario contra el sistema, la enseñanza, menos por mí mismo o hasta contra mi integridad, sema de mi pensamiento pesimista. Deudas para poder pagarme el postgrado, el máster, y el incremento del precio por asignatura suspensa, así como -en el mejor de los casos- para el mejor MBA, en Chicago. En este último caso, podría cumplir ya los 50 años...porque antes no sé de donde sacaría dinero para carnet de coche, coche, gasolina, piso (arrendamiento o leasing o compra directa), y titulaciones.

En esa tristeza conspiraría contra la sociedad y su ritmo frenético; contra la innovación tecnológica diaria y la destrucción masiva del medio ambiente, así como la saturación mental de la gente super titulada, pero sin tiempo para saber algo más sobre todo lo que le rodea. Personas que solo sabrían vender, - oye, eso sí, vender como uno sueña con que se le venda-, construir, organizar o contabilizar...¡yo qué sé! todo cercano a la perfecta especialización. Me pregunto si Adam Smith pudiera resucitar y ver el fruto de su estudiada siembra, cuánto ha evolucionado todo a su favor con la ferviente división del trabajo y escrupulosa especialización profesional que sigue creciendo más y más (como la codicia y la ambición de muchos), sin límites. Tras él, vendrían otros tantos autores que directamente convierten en máquinas a las personas y con brillante maquillaje del punto de vista "recursos humanos" procurarían ocultarlo.

En lo cierto o no, la verdad es que hoy, por mi ignorancia o por desconocimiento o por mala experiencia -quiero pensar- uno puede ver las cosas así como yo las veo. Espero que conforme siga estudiando vaya escribiendo entradas rectificando todos estos escritos pesimistas. Todavía creo en la conspiración del "buen empresario", o el "empresario humano" que revolucione el mundillo de la economía y lo dote de veracidad y confianza, cosa que hoy, veo prácticamente quimérica. Los rumores que corren entre las ciudades de corrupción y cracks bursátiles, crisis financieras de titulización y especulación del inmovilizado intangible, así como del tangible hacen muy complicado conseguir ese nivel de civilización empresarial humanística.



Yo tengo fe. ¿Tú tienes fe? Te diré lo que sé: nada que hacer sin tener fe.
Yo tengo fe. ¿Tú tienes fe? Te diré lo que sé: se lo creen pero no tienen fe.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Lois Stone Steel

Qué bonito es soñar. Se me encoge el alma al pensar lo que desearía que pasara como yo preferiría que pasase. Una maravilla. Sin duda, es lo único que me hace feliz, hoy, junto con los míos. Lo que me da aliento para sonreír cuando la realidad me exige otras labores, a veces, más importantes que la de soñar, cuando no siempre.

Afirmando semejante sentencia, queda en evidencia el consiguiente axioma: la tristeza. La melancolía empalagosa; el espesor, efectos parecidos a los del hachís, pero del originado en el mismo cerebro. Metástasis total de los sueños, los cuales te refrenan y te exigen una manera de conseguirlos, un camino (distinto a los que hoy en la vida existen para llegar a él), esa cerradura la cual sin llave exacta que la abra es disuelta por la ola de esta orilla, desvaneciendo consigo el castillo de arena.

Unos dicen que no. Los sueños son empresas que han de llevarse a cabo con paciencia, con todo lo que haga falta; antes de morir, deberán haber tenido lugar. Que tienes que esforzarte mucho y sacrificarte. Rechazarás caminos de otros sueños menos relevantes para conseguir el que antes ansías. La recompensa merece la pena. Que nunca podrás desconcentrarte, mucho menos caer en la tentación de descansar, por debilidad. Son de acero, son de piedra. Sus responsabilidades siempre están al día para ir de la mano de sus sueños y poder recrearlos en el primer parque que tengan la oportunidad de encontrar. Se lo merecen.

Miopía. Necesito algo ajeno a mi cuerpo para ver. Sin ello puedo ver, aunque de forma borrosa, nada nítida. Si rechazase ver con lo que no es natural mío, tengo que reconocer que me encontraría fuera de mi etnia, solo. No obstante, sería libre de hacerlo, igualmente, con las privaciones que ello daría lugar.

Es en ese tipo de soledad donde me veo a veces. Hasta cuando estoy con los de siempre, los míos, empiezo a sentirme lejos de ellos, en otra onda; la pieza de puzle que con el paso del tiempo se nota como cuesta más encajarla con las demás. Se sorprenden de ver una personalidad continuamente cambiante y les cuesta aún más aceptarlo, respetarlo. "Si tú siempre habías sido...habías pensado...habías dicho...". Había cambiado. Sigo cambiando.

Quizás fueron las ruinas que dejé detrás, por eso no le temo al fuego pero sí a las cenizas...

Hasta que me harto. Vuelve esa consciencia que me hace entrever que el sentir soledad es vecino cercano del egocentrismo, y encuentro que no, que no vivo solo aunque así se vea desde tan alto en mi nube. Ya en la plaza, me sumo a los de piedra y acero, llegando a ser uno más. Un híbrido, de sueños y metal, que quiere ver todo más fácil, más tranquilo, más abierto, más correcto, más claro, más humano, más filantropía, más corazón, más razón, más tolerancia, más despacio, más solidaridad, más buena fe, más sabiduría, más paciencia, más confianza. Más.

Un todo más justo alejado del conformismo convencional, precedido de un empujón. Tan solo un empujón. Pues de lo que antes era, no dejo de ser. Esa timidez niña, esa inseguridad escéptica. Dí dos pasos atrás y no, aún no he dado el paso adelante. Desde luego, no será por carrerilla...



Entonces, robo de su fruto y, de nuevo, vuelvo a mi mundo de ensueño.

domingo, 15 de agosto de 2010

Sonrisa melancohólica

Sentado, mirando el paisaje mientras me iba alejando cada vez más de una de las más recomendables vivencias que uno puede tener, embotado en la resaca de la noche anterior (no tan efusiva como hubiera gustado), fui visionando las imágenes del fin de semana, sintiendo la impotencia de no poder alargarlo más.

La sensación de no haber sido lo idealmente extravertido, y haber aprisionado afecto por falta de confianza ante esas dos grandes personas (tal vez ante mí mismo) con que me reencontré no dejaba de embriagarme. La puta melancolía que uno no sabe como puede empañar tanto los sentidos ahora.

O la de saber a ciencia cierta, que hay posibilidades de que la persona que tienes frente a ti sienta lo que crees sientes tú, y no interpretar a penas un indicio que corrobore tal deducción. Bloqueo que te refrena y limita el que tú puedas demostrar lo que sientes.

Un beso, un abrazo, un hasta la próxima. Nada. Tan solo un juego de miradas y gestos que te llevan a recuerdos, los cuales te transportan, a su vez, explícitos sentimientos de aquellos brillantes años. Con la peculiaridad de que es ahora cuando está ocurriendo todo. Como si se tratase de una cámara química de sensaciones ultracongeladas que cuando te lo propones consigues liberar no sin una estruendosa sorpresa.

Pero, ¿somos la misma cosa? Al fin y al cabo son impresiones de un tiempo que pasó, de un cuerpo que creció y una experiencia que se multiplicó. De un estado de ánimo muy similar aunque con marcas del periodo en que desaparecimos de la vida de cada uno que nos caracterizan y diferencian con respecto a entonces.

Así, solo puedo estar seguro de lo que yo sentí y siento. Del resto, son solo conjeturas, ¿debería tener fe en ellas? El tiempo presente y futuro en que sigamos separados ayudará a comprobar de qué material están hechas estas conjeturas y esclarecer si, de nuevo, fui yo el único que sintió algo o no. Aunque serviría de bien poco saber que sentimos algo si no lo demostramos. Cuesta tanto...Pero, ¿POR QUÉ?

Suficiente. Mantendré el recuerdo decorado con un robusto, barroco y dorado marco hasta que tenga motivos para cansarme de él. Mas, aunque sonrientes y felices sensaciones, demasiado borracho de melancolía, no creo aguante demasiado.




El tiempo pone a cada uno en su lugar.

lunes, 5 de julio de 2010

Entorno actual

Almería lleva un par de años indecisa. En los inviernos a penas defrauda, y nos cautiva con su clima moderado, con esporádicas lluvias, llovizna más bien. A veces llueve con rabia, sí (yo en su lugar también lo haría) pero no es característico de aquí. La gota fría, tal vez sí es más asidua, pero no llega a causar pánico (por ahora). Con su vendaval nos hace suyos sin necesitar de empadronamiento ni de leyes, nos ata con sus rachas al andar y nos cala con su humedad hasta los huesos. El cabello planchado de ellas no lo pasa especialmente bien. Parece una fémina, Ella, que con su envidia y competitividad natural por las de su género, utiliza todas sus mañas para hacerlas sentir inferiores a su magna belleza. Magna fealdad, me temo, demasiado fácil de superar, que conforma el círculo vicioso de lucha permanente entre ambas partes, sin dejar nunca a ellas en paz por sus frecuentes ventiscas de tierra (las mismas que me empujan a escribir). Éstas son más propias de verano.

Cuando llegué aquí, los veranos eran más suaves, más dulces. Sol estándar y viento menudo, los días buenos, con temperaturas a las que uno se podía adaptar fácilmente. En estos siete u ocho años, creo que prácticamente en todos ellos ha habido semanas de viento con arenisca por el que cada día mi escritorio estaba (y está) tan sucio como si no lo hubiera limpiado en un año. Por ello, lo de hoy no es nada especial. Lo que está ocurriendo en los últimos años es que la temperatura se está colmando demasiado alta. Como si Almería quisiera ahora colgar en el perchero el admirado clima mediterráneo semidesértico y comprarse en las rebajas un arrogante y chillón vestido continental.

A pesar de que en el resto de las ciudades andaluzas de interior también estén notando la creciente intensidad de las temperaturas estacionales, no es lo mismo. Viví en Linares trece años, y allí era habitual que los veranos fueran imitaciones de las descripciones bíblicas del infiero, o que en invierno estuviera todo inundado y con un frío polar, si bien es cierto, nunca llegaba a nevar. Claro, en Almería un verano adecuado (para mí), sería de 30º - 35º al medio día, y un buen descenso por la tarde, hasta enamorar con su fresco por la noche, situación que se ha repetido bastante mientras he vivido aquí. Sin embargo, este mes de julio, tanto este año como el anterior, está caldeándose más de lo ideal. Pasar de 35º a 38º - 40º, puede parecer poco, pero se nota. A ver quien se pone a estudiar por la mañana, con un calor de tres pares de narices, o quién hace deporte. Por supuesto, todo se hace, y supongo que lo hará la mayoría. Pero yo, sin coche, veo Almería desde una óptica muy crítica, porque siempre ha tenido poco atractivo para andar y ahora el fiero clima le resta aun más.

Este pueblo en crecimiento (de invernaderos, y edificios sin habitar, sobre todo), provoca asco con sus callejas y empinadas avenidas, cuidando algo más el Casco Antiguo, Paseo, Rambla y tal vez alrededores. Mis alrededores, mi barrio, que no es inhóspito (de hecho el bloque donde vivo es relativamente nuevo) sí que se muestra un tanto aislado del otro lado de la ciudad (la parte más cosmopolita, me arriesgo a decir) aunque la playa sí queda más cerca. Las maravillosas vías del tren parten en dos Almería. La fabulosa Estación Intermodal está en un lugar estratégico, y podríamos decir que hasta céntrico. Sin embargo, hay un pequeño problema de que ésta se instalase con tanto ingenio (tened en cuenta que no soy arquitecto, ni ingeriero de caminos, ni nada por el estilo) pero creo que en la construcción inicial se pudieron soterrar las vías, brillando la Estación tanto como ahora, y sin el defecto que quiero expresar. Las vías se hicieron a cara perro sin soterrar, y para evitar accidentes, las aislaron con dos muros (que te puedes saltar con cuidado, si quieres ahorrarte un paseo poco motivador) los cuales se extienden unos kilómetros, suficientes para resultar insultantes a los que vivimos cerca. Esto se llevó a cabo hace mucho tiempo, cuando Almería era una micra de lo que hoy es, y menos de lo que potencialmente será mañana. Nadie pensó en la posible expansión (o nadie lo quiso estudiar) y hoy, está todo incorporado a mitad de la ciudad, polígono industrial incluido. Aquéllos, con su rebosante generosidad, crearon dos puentes que atraviesan por encima las vías (os aconsejo que probéis a ir andando por ellos a menudo, porque si lo hacéis esporádicamente seguiríais sin comprenderme), uno que te deja al lado de la Estación y el otro que te adelanta un tramo en la Avda. del Mediterráneo.

Cuando salgo, a un parque (que estaría a 5 minutos si no estuvieran las vías) o al centro (que sí quedaría a una distancia similar, pero sin necesidad de arrastrarse por una calle tan ruín) me veo obligado a tomar la tan tenebrosa, rancia y taciturna Carretera de Ciudad Jardín a los Molinos (según Google Maps) también conocida como Avda. Sierra Alhamilla. Nada aconsejable pasear por allí entrada la noche oscura. Ya no lo hacen ni los busca ruinas (aunque hay agradables leyendas de violaciones y casos de robo por el estilo), que supongo se cansaron de sentirse tan solos ante el repelente muro de las vías y monótono y desértico camino. Siempre que salgo, o me doy el paseito por Sierra Alhamilla -lo legal- (con mis auriculares y mi música mi mundillo es perfecto, ignorando la vista, viendo más allá de los sentidos) o salto las vías. No me queda otra. Y no, no es ser malo, ni chulo, ni imprudente. Alguien que se las haya saltado alguna vez ya, con dos dedos de frente, sabe que es ser hábil, en todo caso, y un ahorro de tiempo que vale oro. Insisto, no son las típicas vías en que cada cinco minutos, aparece como un rayo de luz un nuevo tren, que igual como apareció, como un relámpago marcha, donde la posibilidad de cruzarlas sin que pase un tren o pueda pasar son elevadísimas. No. Y si las salto, es pasada la media noche (el último tren que llega a la estación, es a las 23:00, y allí se queda hasta la aurora del siguiente día). Simplemente hay que dar un saltillo al muro y conocer los horarios y las zonas para hacerlo sin mayor problema. Y no es lo correcto, ni legal, lo sé, pero que estén las vías ahí en medio dando guerra no lo elegí yo. Yo puedo elegir darme un paseo de veinte minutos antes de llegar a un sitio que está al lado a los ojos, y aguantarme como si nada sabiendo que si estuvieran soterradas, tardaría dos minutos. Es como hacer ejercicios de matemáticas financieras o contabilidad con lápiz y papel pudiendo hacerlos mediante un específico y cómodo programa por ordenador. Impotencia.

Desde que vine aquí, se hablaba de soterrar las vías, plan que lleva unos veinte años ya estudiándose, que se echaría abajo una o varias veces por discrepancias entre los partidos políticos hasta que por fin se presupuestó en 2009 y actualmente se están llevando a cabo los últimos trámites antes de empezar la construcción. Aun así, se habla de un soterramiento a la altura de los Molinos (barrio que está a un paseito del mío), y otros rumores, por lo que seguiría sin corregir el problema del que hablo. Vale no dramatizo más, al fin y al cabo, rumores son. Me da un alivio saber que dentro de diez o veinte años estarán por fin soterradas las vías...No lo podéis imaginar. Espero que para entonces ya no viva aquí, pero que al menos no se vean afectadas las generaciones venideras, como me afectó y me afecta a mí.

viernes, 25 de junio de 2010

Aventura, rumbo desconocido

El 15 de abril empecé con esto del blog y el rumbo del mismo lo dejé indefinido. Supongo que es lo mejor. Cree dos blogs más para no meter aquí de todo absolutamente y aborbotonear en exceso.
Uno de interesantes recortes sobre todo lo que leo, escucho o veo, y otro, por decirlo de alguna manera, más "retórico".
Este es el blog principal, los otros dos son de uso más esporádico, por lo que, desenfrenado (actitud muy propia) por no tener tiempo suficiente (o no organizarlo tan bien) para dedicarme a cada uno como quisiera, termino metiendo retórica en todos lados y divagando hasta que supongo que me paso.
Quise hacer de este, algo así como de cuestionamiento social y reivindicación, pero ya véis. Al final termino siempre reflexionando sobre mí mismo y mis circunstancias. Resulta claro que uno mismo debe de solucionar sus problemas antes de querer meter la cabeza donde no le llaman, y yo me he pasado. Y con 22 años me parece tan difícil tenerlo todo tan claro; jerarquizar prioridades (personales y socio-obligacionales); saber el verdadero por qué de esta vena reivindicativa que desde los 19-20 años me engulle y ofusca; conocer en profundidad mi ideal político y saber si realmente pertenezco a un bando o al otro (risa irónica)...
¿Quién tiene 18 años y tiene unos ideales políticos totalmente definidos? ¿los mantendrá acaso mucho tiempo? A veces he dado con personas (más bien personajes) de Juventudes Socialistas o de Nuevas Generaciones, incluso con alguno que se decía comunista, que defienden más que la realidad o el pragmatismo de sus ideales (los cuales dudo tengan tan claros si quiera como para afiliarse con transparente conocimiento de causa a un partido) a sus sueños ya no utópicos, sino quiméricos. Ejerciendo su libertad, lo hacen, pero no siempre de la manera más correcta, que personalmente estimo sería hacerlo con la cultura suficiente por tragar para lograr la cúspide del verdadero ciudadano Civilizado y humano.
Sin embargo, ¡qué preocupación más absurda! Si tan solo pudiera escribir con verdadero y puro conocimiento de causa no podría hacer nada. Como lo hago porque me gusta y nada más, supongo que por ello y por lo anterior termino escribiendo cualquier cosa que se me viene a la cabeza conforme se me va ocurriendo. Así todo lo estructuro sin brevedad, desordenado, disfrutando de las palabras en detrimento del mensaje principal.

La trama principal continua sin estar claramente definida. Sobre mi vida, sí, ¿pero sobre algo en especial, valores, principios, prejuicios e ideas en general? Supongo que me sale solo. Pues cuando voy a hablar de democracia, república, monarquía, dictadura, globalización, Iglesia, Islam, injusticia, pobreza o medio ambiente, se me atragantan los conocimientos y temeroso de cagarla al hablar sobre algo que no domino con fluidez suficiente me entra el pánico e intento pasar palabra...Uno de mis objetivos en mi vida conocer cuanto pueda sobre todos esos conceptos. ¿Qué tal sobre anarquismo, comunismo, socialismo, liberalismo o liberalismo socialdemócrata? Estaría bien, las tendencias han evolucionado tanto que ya duele el alma al llamarlas como antiguamente cuando surgieron, puesto que se parecen bastante poco, tanto las circunstancias como los valores de las personas. Por ello, debiera comenzar cuanto antes a nutrirme de buenos libros por los principales impulsores de estos movimientos. Algunos problemas no cambian con el tiempo, pero sí que se ignoran cada vez mucho más.
En definitiva, nada es para hablarlo sin conocerlo mínimamente, o al menos es mi opinión. Se cometen tantos juicios inútiles y tan crueles por culpa del desconocimiento que uno no sabe ya si abrir la boca va a ser peor que ese chirriante silencio indiferente.
Yo siempre apuesto más por el primero, aunque reconozco que es una práctica bastante masoca, pero te vas enriqueciendo sin dejarte tanto contenido en el tintero. Así, se me escapa solo el deseo de hablar sobre esas preocupaciones sin dominarlas suficientemente. Me disculpen si escribo barbaridades, ¿por qué no me corrigen? Les invito, les suplico lo intenten, al menos.

He cometido muchos errores pero, ¿me perdonas si cometo más, si me quedo sin fuerza y sin bromas?

Creo que la guerra contra uno mismo es la primera que hay que vencer. Si todos y cada uno resolvieran todos sus problemas anímico-personales, soy capaz de estimar una mejora socialmente generalizada de las poblaciones sin importar (en exceso) de fronteras ni leyes. Pero siempre hay un pero, y se obliga a tirar de leyes civiles, judiciales o militares, (sí señorías, a los mercados los regula su abuela, ya que ellos, compuestos por empresas o personas jurídicas, personas al fin y al cabo, si la cagan por malos cálculos en las previsiones o especulaciones a destiempo u otro golpe colateral...¿Qué les queda? Se tira del ciudadano y to p'alante) olvidando los problemas particulares de cada cual, y arrastrando esa puta y contagiosa agonía de uno en uno, uno tras uno sin escaparse ni el cura. La tendencia de que el individuo sea cada vez más independiente, también incluye en el pack que sea cada vez más indiferente ante los problemas del prójimo, hasta casi diferenciarlo como si de una especie distinta se tratase al pertenecer a otro estamento, que dicen no existen, pero ahí lo tienes en la frente: CLASE MEDIA.

Para resolverlo entiendo básico la educación en valores, la formación continua que (la formación no acaba cuando terminas los -primeros- estudios), que nos ayuden a ser más conscientes de nuestros derechos, de por qué son esos derechos y no otros, y por qué existen leyes y todas estas cuestiones que olvidamos completamente cuando nos ponemos a ver la televisión en el sofá, a leer la revista de moda o cotilleo, hasta que conseguimos que desaparezcan de nuestras preocupaciones principales. Luego nos lo tomamos todo a modo de ofensa cuando, en realidad, estas "cadenas" fueron ideadas con la intención de ayudar al ciudadano y dotarlo de libertad y orden, o al menos defender esos valores, pero olvidaron cómo hacernos conscientes de ello...y nos dejaron la labor de buscar esa motivación a nosotros mismos, et voilà! premio para el que antes de un partido de fútbol o plantarse a ver la telebasura prefiere un libro, sea joven, que adulto, que viejo.

Puestos en esto, advirtiendo que no soy un devora-libros nato, pero sí reconozco el valor de la lectura, recomiendo comenzar la carrera crítica de los ideales y la vida con libros que a mí personalmente me marcaron un antes y un después como son:




























Ser quien eres.
Emilio Lledó.
Las preguntas de la vida. Fernando Savater.
Ética sin religión. Esperanza Guisán.
Normas para el parque humano. Sloterdijk.

Libros que a veces pienso debí haber leído mucho antes, puesto que me han ayudado a ordenar un poco las ideas, esas ideas que son primordiales para mí.



No necesitas quemar libros para destruir una cultura. Solo evita que la gente los lea.

Ray Bradbury




La revolución empieza por uno mismo.

lunes, 21 de junio de 2010

Desahogos necesarios

Al final nos queda siempre lo mismo. Juicios muy limitados. Demasiado profundos de coco y poco resumibles de texto. Siempre queda esa necesidad de exprimirnos más y mejor. De volver a leer y releerlo de nuevo y modificarlo hasta que no se parezca al original...


La práctica te dará la soltura...

Saber el por qué de todo cuanto te rodee, te hará considerar, sufrir y reflexionar mucho sobre temas que, al principio, te harán sentir esclavo, que pierdes el tiempo. Con paciencia, irás viendo el por qué a pequeños detalles, entonces es cuando tú ganarás. Cuando ganas solo tú y solamente para ti. Sin explotar mano de obra barata.

Aun no estoy seguro si es la búsqueda de una verdad (algo más consistente y sólida de la que venimos convencionalmente aceptando) la que nos libera. En cualquier caso, es algo que entiendo completamente necesario en cualquiera, ser consciente de cuanto se pueda. Después, invitar a pensar a otros (fácilmente se puede intuir) que en el fondo les aterre hacerlo. Aunque sea hacerles conscientes que están viviendo una mentira y que ellos mismos no quieren que la molestes por si les da una depresión o los debilitas en su camino hacia el éxito. Supongo que será cuestión de conceptos y, muy importante, de con qué ojos se mire todo.

Algunas personas creen que si alguien es feliz con su verdad, que para ti es menos verdad (o mentira), se merece como mínimo que nadie le convenza de lo contrario, que eso la hará más infeliz y, por tanto, será una jodienda innecesaria, pero...¿Quién cree que la felicidad está basada en mentiras? Acepto que si es totalmente inconsciente de que se ha rebozado de prejuicios y mentiras para llegar a donde ha llegado, con la felicidad que ha conseguido, siga así, sin que nadie le saque de su mundillo ¿Y si es totalmente consciente de que es un hipócrita (esa sé que duele, me duele hasta a mí), de que se miente constantemente creyendo que pensando forzarse en aceptar algo terminará asumiéndolo consiguiendo así una extensión de felicidad artificial? No entiendo por qué continuas engañándote y engañando a todos los que te rodean, esa es una infelicidad cruel que nadie merece saborear más que en contadas etapas que por las circunstancias X a uno no le queda más que ceder.

Si yo fuera tu amigo, no dudes que intentaría romperte la pompa y te daría mi opinión lo más argumentada posible, llámalo intromisión o persuasión si quieres, impertinente tal vez, pero si creo que algo no está bien y que creo poder discrepar, usaré mi libertad de expresión hasta límites insospechados. Y claro que sí, de vuelta aceptaré una crítica igualmente mordaz o incluso superior, reconociendo mi atrevimiento, y por medio de esta retroalimentación seguro saldremos todos enriquecidos.


Así, siempre se gana.

sábado, 19 de junio de 2010

Náusea

Esta es la utopía, ¿no? Actuar como querrías, como piensas. Creerte a ti mismo, confiar en ti. Descubrir que eres lo que te propongas y, que no padeces si eliges no padecer y no dejas de hacer por evitarlo hasta que en plena ira embistes contra la debilidad hasta desintegrarla.

Ahora ya has hablado. Tu consciencia cronometra a conciencia y cada segundo, cada letra incumplida, son insoportables astillas en el hipotálamo. Y tu ansiedad nace ya, sola, nauseabunda.

Sigues mintiendo. No te puedo creer. Ni siquiera me puedo alejar de ti, pero me las pagarás.

Go!? ¿A dónde te crees que vas? Si ni si quiera recuerdas de dónde vienes, por qué hoy estás como estás. Te has tirado 5 años de reflexiones triviales y ni ha mejorado la productividad, ni ha estado a la altura la producción. Es tu reto, dices. ¿Nuestro reto? Mis retos no son impuestos ni calificados por nadie que no sea Yo, no sé los tuyos que harán.

¿Que se trata de los retos de mucha más gente, entre quiénes se compite y se destaca, se alcanza la más eficaz eficiencia y que así consigues dormir bajo techo en este sistema de pesados capitales y tipos de intereses distintos? Y tan distintos.

También son los retos de personas que no destacan y no quieren hacerlo. Que no creen en este sistema y que sólo quieren dejar de ser incomprendidos a ojos de los demás (no de ti, ni de mí), de aquellos que siendo tan inteligentes, ya decidieron conscientemente ser brillantes jarrones llenos de felicidad, esto es, de ignorancia infinita y de inconsciencia, agachando la cabeza, aceptando lo que les viene dado sin rechistar (incluso rechistando), porque al fin y al cabo está bien, es cómodo, obtienen un alto reconocimiento y se les premia por sus logros, se les da entretenimiento y espectáculo para olvidar, o conformarse...Hasta que alguien como tú, escéptico bien fundado, les empuja con un poco de viento y luz, una mirada pura inmersa en auténtica duda y, si no han sentado bien sus bases aún, acabarán volcando una substancia, como lodo de calumnias, de falsa seguridad, o bien se cascan ante la grima que, frente a tu espejo, el de éstos sufren irresistiblemente.
Personas que sueñan con los auténticos valores de igualdad, justicia, empatía, laicidad, educación y constante formación, sin ánimo de descalificar voluntaria o involuntariamente a quienes por X razones y circunstancias que los marcan de por vida no consiguen tanta eficiencia. Debe de sonar demasiado carca y agrio. Seré yo, -pecador entre pecadores- supongo, que no me da la gana poner los pies en estas arenas movedizas y por eso me amparo en ideales quiméricos (que si todo el mundo comprendiera, sin sesgos, posiblemente no sonarían tan sin sentido).

Pero este sistema es bienestar. Esto es buena vida. Esto son oportunidades y vida digna (¿?), no podemos echar abajo todo ahora...No podríamos estar aquí plasmados en este ordenador haciendo lo que tanto nos gusta, y tan poco quieren que nos guste...

Si de verdad queremos aquel su modelo de vida, podemos marchar a la aventura, a competir, a pisar cabezas por llegar antes, por ser el mejor, sin decirle a nadie (será nuestro secreto) que si somos los mejores, es porque ya hay alguien peor, y peor, peor aun y bochornosamente peor...es posible que ésos...bueno, -no es fácil- que nadie les vengan a buscar...Ya sabes...Una cuerda, un árbol...Y que nos es medianamente indiferente lo que les pase a esos (inferiores e insignificantes) pobres humanos ¿Medianamente? Claro imbécil, decimos que nos importan, pero -shhh- (acércate) no podemos ensuciarnos las manos con aquellos pobres desgraciados. Nuestro tiempo es muy valioso, tanto como nosotros, tanto más de todo aquello que excede de los límites de nuestro cuerpo. Ya aparecerá alguien que nos salve. No obstante, siempre hay excepciones, porque en este modelo hay muchos fallos...

Basta. Menos mal que hemos parado ahí. Mi reputación como futura (nano) pieza del puzle empresarial puede caer más todavía y no es plan. Más contradiciones en mi vida y moriré de felicidad. Por cierto, ya vale de divagar, mis disculpas, sigamos con el tema central. De paso, mostraré gratitud a las excelencias a seguir como es el caso de la potencia de la libertad, creciente punto de referencia para más y más poblaciones. Así: muchas gracias, Tio Sam, solo tú consigues que mi sueño (y cada día el de más gente) se haga realidad.

Mi obsesión por la maldad de la rivalidad, de cualquier tipo, no sé de donde nace, pero parece que de lejos, desde pequeño, he visto el más destacado de la clase, como se mima y el que es mediocre como se ignora. Esto engorda la tendencia elitista, que se hace con el poder (esto ya sería para desarrollarlo en otra entrada), a nivel político, comunicativo, y sobre todo, comercial y financiero. Así, buscarán la óptima descendencia potencial (con enchufismo si hace falta) y nunca nos desharemos de esta puta estructura estamental.

Esta es mi tortura de cada día, comprender por qué uno sí y otro no, con tanta diferencia. Por qué a uno se le lleva a una pasarela y a otro se le coacciona para visitar quirófano para quitarle las "imperfecciones" físicas que tanto le hacen acomplejarse. Y si existe alguien realmente bello, merecedor de esas p.... pasarelas, de siete cabezas el cuerpo, medidas perfectas, despreocupados de todo a excepción de su culto físico es porque existe alguien que carece de ellas, que posee solo alguna, o directamente ninguna, aprovechando injustamente ese margen diferencial para -cómo no- sacar provecho lucrativo. Y muchas veces es el mismo cánon de belleza actual quien se encarga de hacer sentir bajo y desgraciado a los que no cumplen ese prototipo.
Estos últimos no creo que terminen colgados del mismo árbol de los perdedores de la batalla competitiva, pues sin belleza pero con inteligencia, al menos pueden ser grandes intelectuales, y deleitarse de otros placeres. Y al mismo tiempo, pueden hacer sentir mal a guapos pero de poca talla mental, que igualmente pueden cortar su grifo toscamente por frustración y presión no superadas provocadas por sus superiores. Así, infinitas posibilidades...Putas tendencias y modas...

Claro, resulta evidente, yo mismo soy el primer esclavo de ellas (hasta que dé con la manera de reventarlas definitivamente).




Poner etiquetas es muy fácil. Lo difícil es pensar por qué lo hacemos, y qué consecuencias produce inmediatamente sobre quienes las ponemos, en quienes tal vez tengan ya etiquetada hasta el alma.

lunes, 7 de junio de 2010

We can work it out

Estoy feliz. Mañana tengo Dirección de Empresas a las 09:00. Siento energía positiva a mi alrededor. Pasado mañana tendré Ampliación de la Contabilidad a las 09:00. Todavía sigo sintiéndolo. Hay más motivos para que se ponga en entredicho esta fugaz sensación pero creo que hoy estoy en paz conmigo mismo y -aunque os importe bien poco- os puedo asegurar que me cuesta tanto alcanzar este estado que pienso cuidarlo (ya, supongo que a la moyoría le pasa, ¿eh? pero, para los que siempre están en paz, este es un mensaje para ell@s) y, al menos hoy, voy a respirar tranquilo y procurar que el hecho en que alguien me tenga a su lado, le implique estas vibraciones positivas.

¿Será por no dormir suficiente? ¿Por el ruido del taladrador mañanero que no me ha ayudado a estudiar? -Me están taladrando todos los sentidos- ¿Por haber visto Before Sunrise en lugar de comerme los apuntes? Todo es motivo y deja de serlo al mismo tiempo. A mi casa han ido llegando los respectivos huéspedes y sus humos podían haberme dejado inconsciente. ¿Inteligencia emocional? O que estoy obsesionado yo con esa variante en concreto. La verdad que tenía el remedio para todos, y he conseguido aliviar un poco cada cual. Me siento bien.

Antes hice referencia a aquellas personas siempre tan excelentes. Comenzar reconociendo que las admiro sumamente. Porque -al contrario de los siempre cabizbajos- ellos tienen sus problemas que interiorizan en no sé dónde, pero vamos, que no dejan ni que asomen a ver el tiempo que hace afuera. Y eso es la base para después saber estar en todas sus responsabilidades de la manera más dulce y pura, sin contagiar de sus dolores a los demás. Ellos son los héroes incomprendidos de los que hay que rodearse y a los que hay que darles las gracias por todo. Yo he conocido a pocos héroes -no importan sus nombres- y es una pena -mi pena- no haber caído en suplicarles me dijeran como podía reunir las esencias principales de ese su admirable perfume. Claro que sí, los hay arrogantes, insoportables, pero incluso a estos hay que saber darle ese aquel toque de empatía. Volviendo al hilo, estas heroínas y héroes, los humildes, los que son casi invisibles, suelen guardar muy íntimamente la fórmula de su autocontrol. Su modestia a veces molesta -al menos a mí- porque les agradeces con tu ensangrentado corazón su buena obra sobre tu persona y ellos siguen tan impunes, quizá presienta que en su interior les sea indiferente su ayuda en la gente. Pero quiero pensar que sí, que se han enriquecido de verte levantar tu ánimo, y que saben donde colocar su azaña en su secreto y particular hall of fame.

Si eres de los siempre bohemios, de los incomprendidos, de los arrogantes o de los modestos -en fin, para los que reúnan el equilibrio perfecto- que saquen siempre consigo mismos una muestra de su fragancia, y la vayan dejando allí donde vayan. Profetas os proclama un tipo cualquiera que sueña con el bienestar absoluto -yo- precursores de la panacea de todos los males del presente. Simplemente, hay que tener Consciencia de ser Capaz.

¿Capaz o incapaz?

sábado, 5 de junio de 2010

Go!

El deber de salir de esa nube te es casi una obligación. Toca romperse el cráneo contra la vida. Y mañana...Mañana no serás preso de tus palabras sino de tus hechos. De la inteligencia con que afrontaste o te retiraste de aquellos retos útiles a veces, banales las demás. Venga, inventa algo de optimismo. Haz pesadas sentadillas con tu voluntad. Serás implacable. Cuanto antes comiences antes acabarás. Y sin embargo, ¿recurres a esto? Concéntrate. Sabes que caer está permitido pero levantarse es una obligación. Podrías pasar horas escribiendo sobre como autoayudarte en casos de agobio similar. El año que viene probablemente tengas que matricularte de 100 créditos que, sin ánimo de compararte con lo que hagan los demás, te va a costar un poco nada más sacarlos del tirón. Anda, date una oportunidad, y si la pierdes, date otra más. Resuelve tus batallas internas lo antes posible y simplemente empieza a trabajar con constancia, a tu ritmo.

Vamos, la tierra está lista para la siembra.

viernes, 4 de junio de 2010

Out

Piensa bien lo que escribes. Qué escribes, cómo y por/para qué/quién. Cuida tu letra. La rima. La métrica. Los versos o renglones. Las estrofas o los párrafos. Cómo y dónde lo escribes o tecleas. Si el café sabe más amargo de lo normal, pero aún lo salva un ápice de dulzor, es buena señal. Una lástima si nunca llevas tu pluma encima. Ni tu libreta auxiliar. Los puntos, las comas. Te mirarían ¿Eh? En última instancia, hasta te etiquetarán de loco. Los guiones y los puntos y aparte. Te harán sentir mejor. Pero si coges bien la copa, la sangre del que algunos iluminados llaman Dios sabrá mejor. El tipo de letra Georgia siempre que puedas. En la acera de baldosas bicolor pisa una sí, otra no, dos no si son pequeñas. Bajo la mesa, tus nerviosas manos acarician los padrastros. Cuántos suicidios temporales aguantarás más ¿Los necesitarás mucho más? Volar de esta patria y nacer de nuevo. Nunca, nunca será demasiado tarde. Jamás. Y aquellos pensamientos infinitamente curiosos filtrándose...no es su momento aún. Etapas receptivas. "Las cosas o las haces bien o no las hagas", ¿Lograrás deshacerte de ella algún día? Después de Interrogación no se añade punto puesto que el mismo signo lo incorpora y, así, en su inicio siempre con mayúscula. Las palabras posteriores a la cuestión también. Los sombreros, si son de copa, también. Abre la ventana que te soplen mil almas en tu recuerdo mientras te duermes sobre su almohada y, soñando con aquel Titán en cólera, caes en la cuenta que es tu traicionera vista la que impide percibas más allá de lo visible. Cuando hagas algo en grupo advierte que cada miembro debe cooperar e interactuar de una forma elegida democráticamente. Si deciden tirarse por el barranco, no lo dudes. El individuo se adapta al grupo y nunca al revés. El Sr. Krutch no es tan patético como Russell decía. Tal vez sí. El humo de la chica de al lado no es del tabaco sino del miedo a morir sin antes elegir cómo. Su pose es, cuanto menos, interesante, y no como su aliento. Dile al Presi, al Cura, a tu maestra y a tu padre (el férreo dictador), hasta díselo a tus amigos, que te abracen y dejen de balbucear y enorgullecerse de que conocen y son más queridos por tantos amigos y amigas, por sus logros y sus buenas gestiones (nunca interesadas). Tienes razón, a ti sí te abrazan, a tantos. A cuántos no. Olvídalo todo y dale un abrazo. No expliques nada. Mañana esto no habrá pasado. Por eso, huid a ver cuerpos celestes y después la aurora y vuelve a abrazarle. El cariño no tiene recuerdo ¿O sí?

lunes, 10 de mayo de 2010

SICE 2010

Es hora de conmemorar la experiencia SICE 2010. Quise hacerlo nada más estrenar el blog pero por unas cosas y por otras al final lo he ido dejando pero ya es el momento. Mi intención será la de transmitir mi favorable punto de vista sobre el mismo, pero claro está que ya no tengo esa emoción que justo al venir de allí sentía. Por tanto, espero tirar de la memoria a ver si vuelven esas sensaciones únicas de aquel entonces.
En la foto, de izq. a derechas: Antonio, Pilar, Alejandro, Juanjo, Fran, Borja, Alfonso, Mª Victoria, el mismo y Azahara, en los Reales Alcázares de Sevilla, justo antes de la inauguración de bienvenida.

  • ¿SICE 2010?

La SICE 2010 bajo el lema: "Construyendo el futuro", se trata de la segunda Simulación del Congreso Español, que como su nombre indica sería el traslado del Congreso de los Diputados de España al nivel juvenil, en cuyos miembros diputados se transformarían los estudiantes universitarios de todo el país que decidieran participar en ella durante los cinco días que duró (del 5 al 9 de abril). El COSICE o Comité Organizador, fue quien tuvo la idea de crearlo. Éste lo componían estudiantes de la Universidad Pablo Olvide apoyados por el decanato de la misma y otras entidades públicas. Y el lugar donde se dio vida al proyecto fue en las aulas y salón de actos de la misma Universidad sevillana.
Esta idea de la Simulación comenzó a ponerse en práctica el año pasado y el resultado fue bastante bueno, por lo que este año se esperaba más y mejor.

Los objetivos iniciales y principales serían:
- que los jóvenes universitarios (condición necesaria) se pusieran durante cinco días en la piel de los diputados del Parlamento español;
- fortalecimiento de los valores democráticos;
- reconocimiento de los problemas de la juventud y posibles soluciones;
- el respeto entre los miembros de los distintos partidos políticos, relacionándose siempre de forma racional y moderada.
- sacar a la luz promesas de la oratoria y sinergia en el trabajo grupal de comisiones, así como la convivencia y todo lo que ella implica...

Alrededor de 130 estudiantes nos reunimos en esta segunda edición donde no hubo un instante del día en que uno supiera lo que es el aburrimiento. La mayoría estudiaba Ciencias Políticas, otros Ciencias Políticas + Derecho o + ADE. De carreras no relacionadas directamente, tan solo conocí un compañero de Fisioterapia y yo, que fui el único de Empresariales y de Almería allí.
Los partidos que al inscribirse uno podía elegir son (de más a menos escaños): ALCE (Alianza Liberal Conservadora Española), FSD (Federación Social Demócrata), CI (Coalición de Izquierdas), AHN (Alianza Histórica Nacional), ULP (Unión por la Libertad de los Pueblos) y PT (Partido Transversalista). Similitud obvia con los partidos reales, aunque advertir que no en su totalidad. Elegí en primer lugar PT, y en segundo FSD. Me asignaron FSD. En general, dieron el partido opuesto u otro distinto al que se eligió, para dar más juego y meterse en el papel del contrario, utilizando la empatía, así como un poco de interpretación, entre otras facetas. Fascinante como gente de izquierdas bordaba su actuación como diputados de ALCE (de derechas), juraría que nunca habían creído en la izquierda. Las apariencias engañan, no pueden caber demasiadas dudas ¿O sí?

Detalle curioso. En el reglamento para el Congreso, formado por catorce títulos y 153 artículos, en el art. 150 se exigía lo siguiente:

1. Los diputados varones deben de asistir con chaqueta y zapatos de vestir.

2. Las señoras diputadas deberán asistir con media etiqueta femenina.

3. El Presidente podrá negar la entrada al congreso de todos los diputados o diputadas que no cumplan con este precepto hasta que lo hagan, y del mismo modo, quedarán inhabilitados para ejercer sus derecho como diputados cuando no cumplieran lo dispuesto por los apartados uno y dos del presente artículo.

Y en el 151:

Los Diputados podrán sufrir las mismas penalizaciones descritas en el artículo anterior en el caso de no presentar el decoro y el respeto debido a la cámara, tanto por su indumentaria como por su actitud, gestos, o movimientos, que alterasen el orden de la cámara o que provocase la distracción o la falta de formalidad de las sesiones.



  • SICE 2010 en la práctica

Bien cierto es que no hace falta irse por ahí para no tener tiempo ni para respirar, pero ése no fue mi caso. Por ello, seguramente, me pareció una semana tan especial. Acostumbrado a un ritmo de vida monótono y aburrido, esa semana me impregné de pura ambición y gotas de superación. Y, probablemente, no por lo que resultaría más normal, es decir, no fue que me sintiera tan renovado por lo que realmente hacíamos, si no por las circunstancias en que se hacía todo, la gente, Sevilla, el albergue y por todos los detalles. Nuevos aires por los que necesitaba dejarme llevar.
Partiendo de que fui allí prácticamente solo, y sabiendo que volví echando de menos lo que no estaba escrito...pues hay que hacerse una idea. Empezando por los granadinos -estudiantes de Ciencias Políticas, la licenciatura doble con Derecho, o sólo una de ellas- que conocí (para mí lo mejor de SICE), con la convivencia en el albergue todos los días (únicamente parábamos ducharnos, cambiarnos de ropa y dormir -si acaso dormimos algo-), las reuniones de partido, las comisiones, conferencias (a destacar: Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Cayo Lara), desayunos en el albergue, almuerzos en Pablo Olavide y cena donde fuese, fiesta Trequa o Calle Betis...
A muchos quizá os pase como a mí. Esa sensación cuando viajáis en que se intensifican las emociones y cualquier detalle se convierte en algo misterioso y provocador, es posible que por ser un detalle novedoso, con el que no contabas. Es algo muy revitalizante, para acabar con la rutina de a diario, sobre todo el conocer gente nueva, esas personas cuyas diversas formas de ser en mi entorno ya daba, por descontado, que jamás me encontraría. Pero sólo hay que hacer locuras. Jugársela con planes sin conocer a nadie, al fin y al cabo, puede ser lo mejor que te puede pasar. Creo que necesito viajar mucho. Mucho es demasiado. Porque, para qué engañarnos, esto es Almería...y con esto no hago más que verificar la regla, pero aquí con mis amigos, la gente de mi entorno, sin ser demasiada, ya daba por imposible encontrar esa gente con aquellas inquietudes que tanto valoro y sueño con conocer y rodearme. En Sevilla se me dió una lección. Ver esos jóvenes de personalidades tan ricas en conocimiento ético, social y político, felices con lo que se comprometían, deseando comerse el mundo en cada instante, en cada mordaz discurso que preparaban con máxima creatividad para luego en el pleno dejar en su totalidad anonadados a todo diputado (ya fuera por desorbitado, elegancia o extravagante)...Sin ni una gota de absentismo ni un gramo de conformismo; crujiendo cada prejuicio o tópico, y siempre procurando hacer gala de veracidad y credibilidad en los argumentos que se daban. Esas conversaciones asbtractas y eternas sobre política sin ese típico quejido pueril de: ¡Parad ya con la política!, salvo alguna excepción , claro está. Música para mis oídos. Todo (como no podía ser de otra manera) bajo mi percepción y circunstancias del momento en que fui a Sevilla.

Sin embargo, y por supuesto, hay que ser crítico también. Procuré serlo. Por ello decir que también hubo demagogia, cuando era lo último que en vírgenes ideales sin corromper uno podía esperar. Adornos, en discursos políticos y enmiendas a las propuestas de ley, que desviaban el tema central con retóricas innecesarias. La matrícula para universitarios que no fueran de Sevilla, era de 120€ y más de uno y de dos pudimos observar haciendo un cálculo por encima que se recaudó más de lo materializado en albergue, transporte, almuerzos y material de comisiones y plenos. Supuestamente, asiduos de Juventudes habían disfrutado por el mismo precio o menos de mejores albergues y servicios, matizo: no es mi caso. Tampoco se permitía la moción de censura para desbancar a Alianza Liberal Conservadora Española del gobierno, quiénes desde el primer día (pues así lo decía el guión preparado por el COSICE) dirigían el Estado. De no haber sido así, Federación Social Demócrata, Coalición de Izquierdas y Unión por la Libertad de los Pueblos pudieron haber gobernado en coalición. Otro detalle a tener en cuenta fue que en la hora del almuerzo y descansos, en general, los componentes de cada partido hacían pactos y alianzas que al llegar a las Comisiones nadie esperaba dando un ambiente poco serio, a veces surrealista, aunque es verdad que lo hacían más ameno y gracioso (me río sólo recordando). Respecto al tema: la gente, se formaron grupos durante los primeros días y la verdad que perdurarían hasta el final. Lo menos bueno de ello es lo de siempre, menos integración general que se tradujo con bastantes personas que no llegamos a tener mínima conversación. ¿Autocrítica? Debí comenzar la revolución por mí mismo pero me dejé engullir por la timidez y permanecí en la sombra más que en la luz.

Me hubiera gustado escribir todo de principio a fin, por cada instante, que fue lo que hizo un total tan positivo, pero me falta el tiempo y certeza de si esto de contar estas historias personales sirve de algo para alguien o si es totalmente innecesario y lo único que hago es perder el tiempo sin ningún fundamento. Así que sin más y con esperanzas en que alguien de SICE 2010 lea esto, terminar con un profundo saludo, en primer lugar a todos los miembros de la Comisión Nuclear de FSD en la que trabajé: Juanjo, Alejandro, Adriana, David, Pilar y Nacho (con su descojonante primer discurso, inolvidable, y eso sí, excelente su segundo); a los miembros de la Comisión de Exploración SICE aventurándonos por todas calles, bares y pubs sevillanos: Borja, Juanjo, Alejandro y Antonio; a los apacibles habitantes de mi cuarto: Fran (gracias a él fui a SICE), Alfonso y Azahara; y por último: Nuria, coordinadora FSD, que a la próxima fijo se saca el práctico, Juanra (FSD), Cobra (ALCE), Mª Victoria (no sé si era de AHN), Javier P. (de ULP), Luis B. (ALCE) y Carlos M. (FSD).


Salud y República.