sábado, 5 de junio de 2010

Go!

El deber de salir de esa nube te es casi una obligación. Toca romperse el cráneo contra la vida. Y mañana...Mañana no serás preso de tus palabras sino de tus hechos. De la inteligencia con que afrontaste o te retiraste de aquellos retos útiles a veces, banales las demás. Venga, inventa algo de optimismo. Haz pesadas sentadillas con tu voluntad. Serás implacable. Cuanto antes comiences antes acabarás. Y sin embargo, ¿recurres a esto? Concéntrate. Sabes que caer está permitido pero levantarse es una obligación. Podrías pasar horas escribiendo sobre como autoayudarte en casos de agobio similar. El año que viene probablemente tengas que matricularte de 100 créditos que, sin ánimo de compararte con lo que hagan los demás, te va a costar un poco nada más sacarlos del tirón. Anda, date una oportunidad, y si la pierdes, date otra más. Resuelve tus batallas internas lo antes posible y simplemente empieza a trabajar con constancia, a tu ritmo.

Vamos, la tierra está lista para la siembra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario