viernes, 25 de junio de 2010

Aventura, rumbo desconocido

El 15 de abril empecé con esto del blog y el rumbo del mismo lo dejé indefinido. Supongo que es lo mejor. Cree dos blogs más para no meter aquí de todo absolutamente y aborbotonear en exceso.
Uno de interesantes recortes sobre todo lo que leo, escucho o veo, y otro, por decirlo de alguna manera, más "retórico".
Este es el blog principal, los otros dos son de uso más esporádico, por lo que, desenfrenado (actitud muy propia) por no tener tiempo suficiente (o no organizarlo tan bien) para dedicarme a cada uno como quisiera, termino metiendo retórica en todos lados y divagando hasta que supongo que me paso.
Quise hacer de este, algo así como de cuestionamiento social y reivindicación, pero ya véis. Al final termino siempre reflexionando sobre mí mismo y mis circunstancias. Resulta claro que uno mismo debe de solucionar sus problemas antes de querer meter la cabeza donde no le llaman, y yo me he pasado. Y con 22 años me parece tan difícil tenerlo todo tan claro; jerarquizar prioridades (personales y socio-obligacionales); saber el verdadero por qué de esta vena reivindicativa que desde los 19-20 años me engulle y ofusca; conocer en profundidad mi ideal político y saber si realmente pertenezco a un bando o al otro (risa irónica)...
¿Quién tiene 18 años y tiene unos ideales políticos totalmente definidos? ¿los mantendrá acaso mucho tiempo? A veces he dado con personas (más bien personajes) de Juventudes Socialistas o de Nuevas Generaciones, incluso con alguno que se decía comunista, que defienden más que la realidad o el pragmatismo de sus ideales (los cuales dudo tengan tan claros si quiera como para afiliarse con transparente conocimiento de causa a un partido) a sus sueños ya no utópicos, sino quiméricos. Ejerciendo su libertad, lo hacen, pero no siempre de la manera más correcta, que personalmente estimo sería hacerlo con la cultura suficiente por tragar para lograr la cúspide del verdadero ciudadano Civilizado y humano.
Sin embargo, ¡qué preocupación más absurda! Si tan solo pudiera escribir con verdadero y puro conocimiento de causa no podría hacer nada. Como lo hago porque me gusta y nada más, supongo que por ello y por lo anterior termino escribiendo cualquier cosa que se me viene a la cabeza conforme se me va ocurriendo. Así todo lo estructuro sin brevedad, desordenado, disfrutando de las palabras en detrimento del mensaje principal.

La trama principal continua sin estar claramente definida. Sobre mi vida, sí, ¿pero sobre algo en especial, valores, principios, prejuicios e ideas en general? Supongo que me sale solo. Pues cuando voy a hablar de democracia, república, monarquía, dictadura, globalización, Iglesia, Islam, injusticia, pobreza o medio ambiente, se me atragantan los conocimientos y temeroso de cagarla al hablar sobre algo que no domino con fluidez suficiente me entra el pánico e intento pasar palabra...Uno de mis objetivos en mi vida conocer cuanto pueda sobre todos esos conceptos. ¿Qué tal sobre anarquismo, comunismo, socialismo, liberalismo o liberalismo socialdemócrata? Estaría bien, las tendencias han evolucionado tanto que ya duele el alma al llamarlas como antiguamente cuando surgieron, puesto que se parecen bastante poco, tanto las circunstancias como los valores de las personas. Por ello, debiera comenzar cuanto antes a nutrirme de buenos libros por los principales impulsores de estos movimientos. Algunos problemas no cambian con el tiempo, pero sí que se ignoran cada vez mucho más.
En definitiva, nada es para hablarlo sin conocerlo mínimamente, o al menos es mi opinión. Se cometen tantos juicios inútiles y tan crueles por culpa del desconocimiento que uno no sabe ya si abrir la boca va a ser peor que ese chirriante silencio indiferente.
Yo siempre apuesto más por el primero, aunque reconozco que es una práctica bastante masoca, pero te vas enriqueciendo sin dejarte tanto contenido en el tintero. Así, se me escapa solo el deseo de hablar sobre esas preocupaciones sin dominarlas suficientemente. Me disculpen si escribo barbaridades, ¿por qué no me corrigen? Les invito, les suplico lo intenten, al menos.

He cometido muchos errores pero, ¿me perdonas si cometo más, si me quedo sin fuerza y sin bromas?

Creo que la guerra contra uno mismo es la primera que hay que vencer. Si todos y cada uno resolvieran todos sus problemas anímico-personales, soy capaz de estimar una mejora socialmente generalizada de las poblaciones sin importar (en exceso) de fronteras ni leyes. Pero siempre hay un pero, y se obliga a tirar de leyes civiles, judiciales o militares, (sí señorías, a los mercados los regula su abuela, ya que ellos, compuestos por empresas o personas jurídicas, personas al fin y al cabo, si la cagan por malos cálculos en las previsiones o especulaciones a destiempo u otro golpe colateral...¿Qué les queda? Se tira del ciudadano y to p'alante) olvidando los problemas particulares de cada cual, y arrastrando esa puta y contagiosa agonía de uno en uno, uno tras uno sin escaparse ni el cura. La tendencia de que el individuo sea cada vez más independiente, también incluye en el pack que sea cada vez más indiferente ante los problemas del prójimo, hasta casi diferenciarlo como si de una especie distinta se tratase al pertenecer a otro estamento, que dicen no existen, pero ahí lo tienes en la frente: CLASE MEDIA.

Para resolverlo entiendo básico la educación en valores, la formación continua que (la formación no acaba cuando terminas los -primeros- estudios), que nos ayuden a ser más conscientes de nuestros derechos, de por qué son esos derechos y no otros, y por qué existen leyes y todas estas cuestiones que olvidamos completamente cuando nos ponemos a ver la televisión en el sofá, a leer la revista de moda o cotilleo, hasta que conseguimos que desaparezcan de nuestras preocupaciones principales. Luego nos lo tomamos todo a modo de ofensa cuando, en realidad, estas "cadenas" fueron ideadas con la intención de ayudar al ciudadano y dotarlo de libertad y orden, o al menos defender esos valores, pero olvidaron cómo hacernos conscientes de ello...y nos dejaron la labor de buscar esa motivación a nosotros mismos, et voilà! premio para el que antes de un partido de fútbol o plantarse a ver la telebasura prefiere un libro, sea joven, que adulto, que viejo.

Puestos en esto, advirtiendo que no soy un devora-libros nato, pero sí reconozco el valor de la lectura, recomiendo comenzar la carrera crítica de los ideales y la vida con libros que a mí personalmente me marcaron un antes y un después como son:




























Ser quien eres.
Emilio Lledó.
Las preguntas de la vida. Fernando Savater.
Ética sin religión. Esperanza Guisán.
Normas para el parque humano. Sloterdijk.

Libros que a veces pienso debí haber leído mucho antes, puesto que me han ayudado a ordenar un poco las ideas, esas ideas que son primordiales para mí.



No necesitas quemar libros para destruir una cultura. Solo evita que la gente los lea.

Ray Bradbury




La revolución empieza por uno mismo.

3 comentarios:

  1. Estoy deacuerdo en que para solucionar los problemas ajenos primero van los propios, sino es una lucha contracorriente, sin embargo, a veces conociendo a los demás llegas a conocerte a ti mismo

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  2. Ando un poco descolgada de internet estos días, tengo 2 películas pendientes de colgar comentario.
    Adam el final yo no lo he visto comercial, pero sí realista, recordando esa película me entran dudas sobre el porqué de ese final ¿autosuperación de él? ¿intentar ser normal? ¿finalmente su padre influyó en su decisión para no irse con Adam?

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  3. pd: tampoco hay que comerse la cabeza e intentar solucionar el mundo, te volverías loco si no hiciese off en algún momento del día, hay que liberar el estrés de alguna forma.

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