lunes, 7 de junio de 2010

We can work it out

Estoy feliz. Mañana tengo Dirección de Empresas a las 09:00. Siento energía positiva a mi alrededor. Pasado mañana tendré Ampliación de la Contabilidad a las 09:00. Todavía sigo sintiéndolo. Hay más motivos para que se ponga en entredicho esta fugaz sensación pero creo que hoy estoy en paz conmigo mismo y -aunque os importe bien poco- os puedo asegurar que me cuesta tanto alcanzar este estado que pienso cuidarlo (ya, supongo que a la moyoría le pasa, ¿eh? pero, para los que siempre están en paz, este es un mensaje para ell@s) y, al menos hoy, voy a respirar tranquilo y procurar que el hecho en que alguien me tenga a su lado, le implique estas vibraciones positivas.

¿Será por no dormir suficiente? ¿Por el ruido del taladrador mañanero que no me ha ayudado a estudiar? -Me están taladrando todos los sentidos- ¿Por haber visto Before Sunrise en lugar de comerme los apuntes? Todo es motivo y deja de serlo al mismo tiempo. A mi casa han ido llegando los respectivos huéspedes y sus humos podían haberme dejado inconsciente. ¿Inteligencia emocional? O que estoy obsesionado yo con esa variante en concreto. La verdad que tenía el remedio para todos, y he conseguido aliviar un poco cada cual. Me siento bien.

Antes hice referencia a aquellas personas siempre tan excelentes. Comenzar reconociendo que las admiro sumamente. Porque -al contrario de los siempre cabizbajos- ellos tienen sus problemas que interiorizan en no sé dónde, pero vamos, que no dejan ni que asomen a ver el tiempo que hace afuera. Y eso es la base para después saber estar en todas sus responsabilidades de la manera más dulce y pura, sin contagiar de sus dolores a los demás. Ellos son los héroes incomprendidos de los que hay que rodearse y a los que hay que darles las gracias por todo. Yo he conocido a pocos héroes -no importan sus nombres- y es una pena -mi pena- no haber caído en suplicarles me dijeran como podía reunir las esencias principales de ese su admirable perfume. Claro que sí, los hay arrogantes, insoportables, pero incluso a estos hay que saber darle ese aquel toque de empatía. Volviendo al hilo, estas heroínas y héroes, los humildes, los que son casi invisibles, suelen guardar muy íntimamente la fórmula de su autocontrol. Su modestia a veces molesta -al menos a mí- porque les agradeces con tu ensangrentado corazón su buena obra sobre tu persona y ellos siguen tan impunes, quizá presienta que en su interior les sea indiferente su ayuda en la gente. Pero quiero pensar que sí, que se han enriquecido de verte levantar tu ánimo, y que saben donde colocar su azaña en su secreto y particular hall of fame.

Si eres de los siempre bohemios, de los incomprendidos, de los arrogantes o de los modestos -en fin, para los que reúnan el equilibrio perfecto- que saquen siempre consigo mismos una muestra de su fragancia, y la vayan dejando allí donde vayan. Profetas os proclama un tipo cualquiera que sueña con el bienestar absoluto -yo- precursores de la panacea de todos los males del presente. Simplemente, hay que tener Consciencia de ser Capaz.

¿Capaz o incapaz?

4 comentarios:

  1. ¡Ua! tio, ¡qué bonito!, yo también admiro a quien esconde su dolor, pues cuando yo escondo mi dolor, de hecho tengo fama de ser bastante feliz, me duele más que cuando lo comparto, lo bueno es que puedo sentirme bien de que no altero el bienestar de los demás, pero es duro, muy duro, a veces rebientas ^^.

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  2. Ya te he agregado en los links :)
    Y lo de la carrera, cuando te vea conectado por el msn me lo pasas.
    Un saludo!

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  3. aunque la frase se puede entender de muchas formas "sin contagiar de sus dolores a los demás", en cuánto rompe la burbuja son los que están con ansiolíticos y similares.

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  4. Las he visto las que comentabas en mi blog pero para hacer un comentario debería recordarlas algo, dado que han pasado años... Todavía estaba el viejo cine de barrio cuando vi antes del atardecer, y cerró hace años.

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